Cuando imaginamos los ejercicios de Kegel casi siempre visualizamos una mujer embarazada que intenta por todos los medios adquirir fortaleza en los músculos de su zona intima en preparación para dar a luz, pero esta rutina no es exclusiva de las mujeres en este estado o aquellas que ya dejaron su juventud mucho atrás, pues todas podemos beneficiarnos de una mayor fortaleza y tonificación de los músculos vaginales.

Esta rutina se compone de pequeños ejercicios en los cuales lentamente se aprieta los músculos de la pared vaginal inferior y durante unos segundos se mantiene la presión para luego soltarlo y relajarse.

Los estándar al realizar este tipo de ejercicios es 10 repeticiones al día cuando se inicia, pero con la experiencia puede ser que se llegue a las 50 o 100. Para ello primero debemos definir los músculos a trabajar con anterioridad, puesto que una labor no ordenada puede llevar a resultados nulos.

Al realizar una rutina como esta no solo incrementamos nuestra fortaleza en nuestra zona erógena, sino que también adquirimos elasticidad y prevenimos condiciones tales como la incontinencia o los prolapsos vaginales. Además con ello podremos disfrutar más del sexo, pues un aumento en la rigidez de los músculos de la zona implica un mayor roce y fricción.

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En dado caso que sea muy tarde para iniciar a realizar los kegels, la mejor solución si experimentamos estos efectos de la edad es un rejuvenecimiento vaginal, puesto que puede ser algo tarde para intentar tonificar de la manera antigua.