Antes podía pensarse que a los 60 años, muchas mujeres estaban jubiladas de su vida sexual. Hoy se sabe, por la experiencia en los consultorios médicos, que no es cierto. Sin embargo, un gran porcentaje presenta algún tipo de disfunción y no es fácil encontrarlas aclarando sus dudas. De acuerdo con Mario Mendoza, ginecoobstetra, perinatólogo y sexólogo, “se sabe que a esa edad, el 70 por ciento tiene algún problema y no saben a dónde ir o les da pena”.
Por su parte, las jóvenes tienen gran inquietud por informarse, renovar y estimular su vida en pareja. Jorge García Pertuz, ginecólogo con entrenamiento en piso pélvico y rejuvenecimiento láser, asegura que las mujeres en esa etapa tienen toda la vida por delante y la disposición para explorar y mejorar su sexualidad. “Los libros de medicina dicen que después del parto todo regresa al ciento por ciento, pero en mi consultorio casi todas me dicen que no es lo mismo”. Según el experto, hasta ahora se está escuchando con fuerza a muchas mujeres que quieren dejar de resignarse a la ausencia de placer, porque hoy se sabe que hay soluciones.
¿Mamás con mala sexualidad?
Las mujeres que han pasado por un embarazo tienen mayores posibilidades de sufrir alteraciones en el piso pélvico, es decir, en la zona donde están los órganos que dan soporte a la pelvis: vejiga, útero, ovarios y parte del intestino.
El especialista Mario Mendoza asegura que después de un embarazo hay mayores probabilidades de tener afectaciones de esta región, caracterizadas por una sensación de masa, debida a la caída de la vejiga o el recto, que ocasiona dolor. Además, puede presentarse incontinencia por urgencia o por algún esfuerzo, de gases, orina o de materia fecal.
El experto aseguró en su conferencia en el Segundo Encuentro con la Sexualidad que se realizó a finales de marzo en Barranquilla, que esta situación puede ocurrir independientemente del canal del parto. “El cuerpo se prepara para recibir al bebé y sin importar si nace por cesárea o por vía vaginal, esta zona se puede afectar”. Así que cuando muchas mujeres llegan al consultorio a programar una cesárea para evitar problemas de incontinencia o la afectación de su sexualidad, encuentran otro panorama.
Además, aclara el doctor Mendoza que “la función sexual no solo está influenciada por la caída de los órganos, sino por factores emocionales o sociales y el desorden del piso pélvico es un factor más”.
Que no se acabe la vida sexual
El panorama después de tener un bebé no parece alentador, pero no hay por qué permitir que la llegada de los hijos acabe con la vida en pareja, pues hoy existen técnicas terapéuticas e incluso quirúrgicas, pero lo más importante es la comunicación.
Si después de seis meses de dar a luz no hay excitación, lubricación o se presenta dolor, es importante hablarlo y luego, consultar. “Muchas veces, las mujeres asumen esto individualmente y su pareja no se entera de nada, y si la mujer nunca lo manifiesta, con el tiempo se va a crear una disfunción”, dice Mendoza.
Además de las alteraciones del piso pélvico, hay otros factores en el posparto que influyen en la vida sexual, como la lactancia, debido a que las hormonas afectan el deseo sexual. Las alteraciones ováricas pueden durar entre 6 y 12 meses, que perturbarían la excitación, la lubricación y el deseo.
“La lactancia es fundamental para la recuperación de la mujer, la disminución de cáncer de seno y el desarrollo del niño. Nadie podría recomendar que se suspenda la lactancia para tener vida sexual plena. Sería ideal llegar a un especialista y tomar decisiones concertadas”, recomienda Mendoza.
Después de la recuperación del parto, el hombre debe tener una gran disposición para saber en qué momento la mujer está preparada para reanudar la actividad sexual.
Al quirófano
Los ejercicios de Kegel son recomendados por los ginecoobstetras después del parto para fortalecer los músculos del piso pélvico. Se hacen contrayendo y relajando el músculo elevador del ano (principal músculo del suelo pélvico) que se identifica cuando al sentarse en el inodoro con las piernas abiertas, se intenta detener la orina y luego se deja fluir sin mover las piernas. No se usan los músculos del abdomen. La mujer debe relajar y contraer varias veces al día, durante y después del embarazo. Hay queconsultar con el especialista cuándo comenzar a practicarlos después de dar a luz. Deben hacerse correctamente y con constancia para lograr el efecto esperado. Sin embargo, en la actualidad existen aparatos que ayudan a una terapia dirigida que le da másgarantía de fortalecer los músculos de la zona.
Pero en ocasiones los ejercicios de Kegel no son suficientes. Para evaluarlo se necesita un experto, un médico honesto que le aclare a la paciente si necesita rehabilitación, cirugía o las dos. “Ese tema no solo implica lo anatómico y médico como la incontinencia, la vejiga o el recto caídos, porque todos los ginecólogos cuantificamos. También se debe complementar con la función sexual, que es muy importante para la mujer”, dice el médico Jorge García Pertuz, entrenado en piso pélvico y rejuvenecimiento láser.
La consulta es un espacio fundamental para diagnosticar y recomendar un tratamiento. En ocasiones, la mujer no necesita terapia o cirugía, sino tomar medidas más sencillas como modificar sus rutinas diarias. “Si una mujer trabaja todo el día, el niño se duerme a las 11 de la noche, vive cansada. La receta no es cirugía, sino dormir al niño a las 7, y después dedicarse a la pareja, empezando por lo básico, como hablar y compartir tiempo”, dice García Pertuz.
La cirugía acomoda los órganos afectados, acerca los músculos y los tejidos para que la vagina sea más angosta y haya una mejor sensación durante la penetración; además, se mejora la parte estética acortando los labios. Las pacientes aseguran que su vida sexual mejora significativamente, aunque todo depende de las características por las que consulten.
El doctor Mario Mendoza asegura que aún hacen falta estudios científicos que certifiquen estos resultados; sin embargo, “hay muchos casos que al ser operados mejorarán su problema de disfunción sexual. Por ejemplo, si hay incontinencia durante el acto sexual va a mejorar la confianza y disminuir el estrés que se genera; así mismo si se tiene el útero muy caído”.
De acuerdo con García Pertuz, el médico chileno Jack Pardo publicó “trabajos pequeños en los que se ve un éxito del 90 por ciento, por la mejoría en la autoestima y en su grado de placer sexual. Aunque faltan más trabajos y publicaciones que aumentarán en la medida en que haya más pacientes”. La cirugía no genera dolor, gracias al uso de láser, la incapacidad es de 3 o 4 días y se retoma la vida sexual seis semanas después. “Invito –dice el doctor Mendoza– a todas las mujeres a manifestar sus inquietudes, que se hable con quien más nos interesa que es la pareja, y si no hay solución, pues se debe buscar ayuda profesional.
Rehabilitación con biofeedback
Patricia Valencia, ginecoobstetra y directora de Maternity Spa, explica que en el mundo son comunes los equipos de electroestimulación vaginal para fortalecer los músculos del piso pélvico. “Se usan sondas vaginales que pasan por corriente eléctrica, se ponen en la vagina, para que la paciente contraiga y relaje de forma adecuada. El programa se emplea de acuerdo con el grado de incontinencia o de problemas del piso pélvico que tenga”.
Las sesiones son de una hora, guiadas por una especialista, y se necesitan mínimo 10. Su uso permite mejores resultados en la rehabilitación de los músculos y la disminución de molestias propias del posparto. Se encuentra en Colombia donde apenas es una tecnología que despunta y que tiene cada vez más pacientes, por la calidad de sus resultados. La terapia no es exclusiva del posparto, pues sirve para todas las mujeres, en cualquier etapa, que hayan tenido alguna disfunción de esta área.
La duda de algunas mujeres es si la máquina podría excitarlas, debido a la forma fálica del elemento que se introduce en la vagina y el uso de corriente. “Les da risa, pero nada más allá, porque todo es manejado muy profesionalmente”, dice la especialista Patricia Valencia.
A la paciente se le introduce la sonda y un programa en el computador le indica los tiempos en los que debe contraer los músculos de la vagina y cuándo relajarlos. La especialista asegura que hay más riesgos de incontinencia si la embarazada sube más de 13 kilos, es fumadora, sufre estreñimiento o hay historia familiar de esta molestia.
• POR: edna juliana rojas H.
tomado: de www.abcdelbebe.com