A pesar de la creencia de muchos, el punto G si existe pero no es el único lugar al que podemos recurrir para tener un tsunami de placer en nuestras relaciones sexuales.

El punto G queda ubicado entre 2 y 5 centímetros de profundidad de la vagina y es el más conocido, siendo uno de los más erógenos, pero más al interior del conducto vaginal podemos encontrar otros 3 puntos específicos los cuales tienen efectos mucho más estremecedores en nuestro cuerpo.

El primero de ellos y de mayores efectos es el punto K, el cual se encuentra ubicado en el cuello del útero. Esta posición hace que su acceso sea complicado, pero no imposible, por lo cual se recomienda que para alcanzarlo se usen posiciones de penetración profunda, tales como en cuclillas o con los pies sobre los hombros de tu pareja.

El segundo punto erógeno extra que necesitamos conocer es el punto U, ubicado cerca a la uretra. Esta zona puede ser fácilmente estimulada manualmente, pero lo mejor es dejar que la fricción de la relación se encargue de ello.

Por su fácil ubicación debemos tener cuidado en tanto que el exceso de presión puede provocar molestias post coito.

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Para alcanzar este punto la mejor posición es la amazona, o si somos flexibles podemos desde otra pose balancear nuestro cuerpo hacia adelante facilitando la fricción.

Por último, tenemos irónicamente al punto A , el cual se encuentra a 7,5 centimetros de profundidad detrás del punto G. Este punto aunque no interviene en la excitación directamente si tiene influencia en la lubricación lo que tiene como un efecto el incremento de la sensibilidad y la fricción.

Pero si tu pareja no puede encontrar ninguno de tus puntos puede que el problema radique en el tamaño, por lo cual para poder disfrutar de una vida sexual plena lo más óptimo es pensar en una intervención para ampliación del punto G.

Con este proceso no quirúrgico le daremos a nuestra pareja el placer de hacernos vibrar de pasión y reavivar la llama de nuestra relación.