El uso de tratamiento láser para fortalecer las paredes vaginales no es terreno único de la cirugía estética, pues también puede ser una solución práctica para resolver problemas como la incontinencia urinaria.
Estos procedimientos láser están creados a partir de conceptos no invasivos para mayor comodidad de la mujer. Su función es reforzar los tejidos conectivos que soportan la vejiga, los cuales han perdido su fuerza y elasticidad con el pasar de los años.
Usualmente estos procedimientos no requieren de anestesia, ni de realización de incisiones, con lo cual se pueden programar cualquier día según la agenda de la paciente, pues esta entra y sale al cabo de unas cuantas horas.
Durante este procedimiento se inserta un objeto parecido a un especulo en la vagina de la paciente y con los pulsos de calor del láser se busca alcanzar los niveles de soporte normales. Este es un proceso que puede llegar a requerir de varias sesiones, lo más recomendable es realizar 2 en un lapso no mayor a 30 días para asegurarse que este procedimiento sea un éxito.
Aunque las causas de este mal son múltiples, esta puede producirse principalmente por inestabilidad del detrusor, vejiga espástica, incontinencia en el rebosamiento, incontinencia de edad avanzada o una simple incontinencia funcional.
Te puede interesar: Te has preguntado: ¿cómo luce la vagina perfecta?, ¡te lo contamos!
Dependiendo de la causa específica, el trabajo en el tratamiento con láser puede variar totalmente. Es por ello que se requiere de un diagnóstico exacto realizado por un profesional capacitado, puesto que un error en la tipificación de la afección puede llevar a procedimientos innecesarios para el paciente.