El parto, es una de las razones más comunes por las cuales las parejas pueden tener problemas en cuanto a su vida sexual. Esto ocurre en mayor medida luego de partos vaginales, sin embargo, las molestias y otros inconvenientes que causan trastornos sexuales tienen solución.

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Te contaremos algunas de las razones más comunes por las cuales la actividad sexual puede verse afectada después del parto y cómo solucionarlas.

Depresión post parto

Debido a los cambios hormonales y otros factores, se puede presentar la depresión post parto o baby blues, lo que puede disminuir notablemente el apetito sexual. Para solucionar este inconveniente se debe contar con el apoyo del compañero sexual y debe entenderse la situación como algo transitorio.

Baja autoestima

Durante el embarazo, el cuerpo se ve sometido a muchos cambios, entre ellos la aparición de estrías y marcas, acné y pérdida de cabello. Es normal que, debido a todo esto y el aumento de peso, se genere un bajón de autoestima, para solucionarlo se sugiere practicar algún deporte y llevar una vida saludable para que el cuerpo vuelva a sus condiciones normales en el menor tiempo posible.

Resequedad vaginal

Nuevamente, a causa de las hormonas y todos los cambios que estas producen en los procesos naturales del cuerpo, se disminuye notablemente la lubricación vaginal, que, junto a la hinchazón u otros factores, puede dificultar las relaciones sexuales al punto de disminuir el deseo sexual de la madre. La solución está en el uso de lubricantes de preferencia naturales o implementar posiciones en las que el suelo pélvico pueda estar relajado.

Episiotomía

El corte que se realiza para facilitar el parto puede producir dolor e incomodidad a la hora de mantener relaciones sexuales luego del parto, la solución es esperar a que el conducto se encuentre totalmente cicatrizado y acudir a controles regulares con el ginecólogo.

Debilidad de los músculos vaginales

La distensión de los músculos vaginales puede provocar falta de apetito o disfrute sexual, para solucionarlo se puede recurrir a procedimientos láser, no quirúrgicos que devolverán la fuerza al conducto vaginal y permitirán orgasmos y relaciones sexuales más placenteras.

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